miércoles, 10 de febrero de 2016

Entre los buitres del Monte Candina


    Ruta pequeña pero matona


   ¡Muy buenas a todos!

   La verdad es que yo no soy mucho de rutas por la zona de la costa, pero he de reconocer que esta ha tenido algo que me ha cautivado. Un cúmulo de elementos vegetales, animales y geológicos geniales, no parábamos de sacar fotos a todo!

   Y hablo en plural, porque al igual que en las últimas rutas, volvía a estar acompañado por Alex, de Al Filo de lo Improbable. Al fin y al cabo, siempre gusta ir con alguien para hablar, compartir la montaña y que te saque fotos. Pero bueno, al lío, que me enrollo y no hay quien se trague esto luego.




Empezamos esta ruta a los pies de la Playa de Sonabia.




   Atravesamos la playa y tras subir por las dunas, comenzamos a andar poco a poco por el caminito que rodea el monte. Conviene calentar un poco para que la subida no te pille frío, ya que es algo dura desde el principio. También hay que extremar la precaución si ha llovido los días anteriores o si ha hecho rocío por la noche, ya que las piedras están pulidas del trote de gente y resbalan bastante. 

   Al poco de empezar nos toca trepar un poco, pero nada que no puedas hacer si estás un poco en forma y preparado. Finalmente llegamos a un llano en el que se ve perfectamente el Monte Buciero de fondo, imagen que no perderemos de vista durante gran parte de la ruta. 

   Atravesaremos un pequeño paso con una cuerda e iremos por la ladera de la montaña trepando en alguna ocasión.



   Hay que ir con cuidado porque hay alguna piedra suelta y hierba de la que resbala. 

   Seguimos las señales que están pintadas en la piedra y hacemos cumbre en el primer pico, El Salpico, con su curioso buzón. Desde ahí vamos por la cresta hasta la siguiente cumbre, El Candina. De camino vamos viendo imponentes pedruscos que nos hacen parecen seres insignificantes a su lado. 

   Finalmente, vamos bajando poco a poco a la olla del interior del monte, antiguamente una mina de hierro, de ahí el camino perfectamente hecho en la piedra y los boquetes del interior. 

   Desde hace un rato que ya se podían ver los "Ojos del Diablo" escultura hecha por la naturaleza en la piedra y de gran belleza.        Aprovechamos para comer allí, al abrigo del viento mientras vemos a los majestuosos buitres planeando a nuestros pies. 

   Es muy  curioso porque prácticamente en ningún lugar  del mundo hay algún lugar parecido a este por sus buitres. Han sobrevivido hasta nuestros días a pesar de las dificultades que están pasando en toda España por la prohibición de dejar animales muertos en el monte. 


Este monte es la mayor buitrera de buitre leonado junto al mar de europa, una colonia de más de 50 ejemplares, que también se mezclan con alimoches. 



   Para terminar, continuamos la ruta poco a poco por la falda del monte hasta enlazar con el camino que habíamos seguido antes. Al llegar al coche, nosotros decidimos ir hasta la Punta de Sonabia o Cabo Cebollero a sacar unas cuantas fotos y ver desde abajo los Ojos del Diablo. Por desgracia tuvimos que atravesar un pinar completamente quemado... 

   ¡¡Espero que la disfrutéis!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario