lunes, 27 de noviembre de 2017

Ruta al Pico Curavacas (2520 mts.)

El corazón de la Montaña Palentina


[...] El tintineo incesante de los animales, 
el olor del aire puro que casi se puede palpar, 
el Rubagón abajado como arroyo irrefrenable, 
la fresca atmósfera bañada de aromas de campos, 
montes verdes de brezos, tupidos arbustos, 
densos bosques sombríos.
Hayas,robles, acebo, tejo-,hábitat del lobo, 
del ciervo, del venado, del rebeco, del jabalí, 
del zorro…

Rincón amado, 
juego de albures felizmente encontrado 
dirimiendo un caudal de mágicas exhalaciones; 
contornos cántabros, naturaleza en paz, 
gentes sanas que resisten latigazos 
y cambios del tiempo;
la impresionante Montaña Palentina.

"Brañosera" - Teo Revilla

En la ruta de este mes, vamos a subir uno de los picos más conocidos del norte de Palencia, el Curavacas (2520 mts.). Situado en el Macizo de las Fuentes Carrionas es junto al Espigüete (2450 mts.) una de las cumbres más emblemáticas de la Montaña Palentina. 


    A pesar de  parecer una montaña imponente, hay varias vías por las que se puede ascender con mayor o menor dificultad según cada persona. También es cierto que este pico es un lobo con piel de cordero, puesto que desde que se ascendió por primera vez allá por 1947 se ha cobrado la vida de muchas personas.

    Pero bueno, si vamos poco a poco y teniendo un mínimo de físico y sentido común, no deberíamos de tener ningún problema para llegar a la cumbre. ¡Allá vamos!



    Aparcamos el coche al final del pueblo de Vidrieros, en un pequeño parking de grijo una vez pasado el bar. Cogemos la pista forestal que sale de la plaza del pueblo a mano derecha y al poco, atravesamos un puente que pasa el río Cabriles. Pasado el puente nos encontramos una desvío en la pista y giramos a la derecha.

    Pasamos una portilla y la pista se convierte en un camino de piedras que en un pasado pudo ser alguna especie de calzada o cauce de río. Ascendemos por la vera del arroyo hasta cruzarlo, en ese momento comenzamos un camino de escobas desde el que vemos las posibles ascensiones al Pico.

    A medio camino, comienzan las incómodas pedreras que nos acompañarán prácticamente hasta los pies de las grandes paredes de granito del Curavacas. Los hitos van marcando el camino, aunque hay varios posibles en esta pedrera ya que no tiene ningún tipo de pérdida. Posteriormente, iremos subiendo en zigzag por el Callejo Grande hasta cruzar un pequeño collado en el atravesaremos a la cara norte del pico.

    La última parte es la más fácil, ya que avanzamos por la ladera en paralelo a la cima prácticamente sin elevación.



    Desde arriba, si el día está despejado, disfrutaréis de las mejores vistas que se pueden ver de la Montaña Palentina, Cordillera Cantábrica y Picos de Europa.

    Mirando al oeste veréis el imponente Espigüete, al noreste Peña Prieta con el Pico Infierno justo detrás y el Tres Provincias a nuestra izquierda.

    El descenso lo hacemos por el mismo camino. Hay que poner atención y cuidado no se nos vaya el pie en las zonas pindias, aunque no tiene ningún peligro. En la zona de la pedrera podéis iros al centro, donde son más pequeñas y abundantes, pudiendo bajar de esta forma "surfeando" por ellas.

    Finalmente ya sólo os queda seguir la senda por la que habéis venido anteriormente. ¡¡Espero que lo disfrutéis!!

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