Muy buenas a todos,
En esta ocasión, el compañero de Al Filo de lo Improbable y un servidor nos hemos ido hasta tierras burgalesas, y no, no hemos ido a comer morcilla, hemos ido a subir un pequeño monte situado en la Sierra del Ordunte y que separa 3 provincias. Burgos, Cantabria y Vizcaya.
También nos acompañaba Diego, un amigo de Alex que se vino desde Vitoria para poder hacer esta ruta con nosotros. ¡¡Pura afición por la montaña!!
Antes de nada, advertir que no debéis seguir el track a ciegas, ya que no es muy fiable debido a que al haber hecho esta ruta con nieve, en algunos puntos del camino atajamos por lugares que quizás sin nieve no se podrían atravesar.
Y después de esta pequeña advertencia, deciros que este monte tiene unas vistas espectaculares. Al noroeste Cantabria con el Monte Buciero de fondo, al noreste Vizcaya y Álava, donde se llega a ver incluso el Monte Gorbea, un icono para las gentes alavesas y al sur Burgos, con los Montes de Peña.
El termómetro marcaba -10ºC a las 9 de la mañana, pero pronto entramos en calor.
El camino por el que empezamos estaba algo embarrado y con placas de hielo, seguimos a través de una pequeña alambrada y empezamos a subir una cuesta bastante pindia hasta llegar a una pequeña explanada en la que había un parking. No se le podía ver ya que estaba completamente tapado por la nieve, seguimos hacia la derecha continuando la subida por la vaguada dejando a la izquierda un pequeño bosque de pinos.
En esta zona de Burgos, hay importantes manadas de lobos.
Seguimos subiendo por la peor zona, ya que la nieve en alguna parte nos llegaba hasta las rodillas, pero bueno, por lugares peores hemos pasado. Seguimos la alambrada que separa Burgos de Cantabria y a 300 metros tenemos la cima.
En la cumbre nos encontramos con unos paisanos un poco parcos en palabras, el buenos días casi hubo que sacárselo con sacacorchos pero bueno, cada uno a lo suyo. El mojón estaba completamente helado y las ráfagas de viento que nos llegaban nos hacían sentir como auténticos burgaleses.
Después de las fotos de rigor, vamos bajando por la ladera mientras dejamos a nuestra izquierda una importante turbera. Las turberas son terrenos muy húmedos que están a caballo entre lo acuático y lo terrestre. Tienen una gran riqueza ecológica y científica ya que albergan especies que nos aportan información sobre la flora, fauna y condiciones climáticas de hace miles de años.
A más de 1.000 metros de altura, la turbera del Zalama es un espacio natural «único» y muy vulnerable
Ruta fácil para hacerla en un día soleado y sin nieve, pero que tiene alguna subida pronunciada que puede hacerte sufrir si no vas algo preparado.
Espero que os haya gustado,
Salud y montaña!
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