Por las nieves campurrianas
Nos costó un poco decidir la ruta, pero después de varias opciones nos decantamos por esta. Está muy bien para hacerla en otoño o primavera, cuando las hayas están en su mayor explendor. También se puede hacer aunque no tengas una gran forma física, el desnivel es pequeñito... Aquí os dejo el track:
Prácticamente el 80% del camino transcurre por bosques de hayas y avellanos, por lo que en verano u otoño será el doble de bonita. También decir que durante el camino vimos huellas que no supimos que serían, si de mastín o de lobo, porque eran enormes! (Recomendable no hacerla solo).
Esta zona es de especial protección por su cercanía al Embalse del Ebro, una importante reserva ornitológica a la que dedicaré una entrada en breve. Esto significa que la caza está prohibida por lo que no es nada difícil encontrarse una gran cantidad de animales salvajes durante el camino.
Los embalses de Alsa y Mediajo aprovechan la diferencia de precio de la electricidad entre el día y la noche para sacar beneficio.
En mitad de la ruta nos acercamos hasta el Pantano del Alsa, con el Pico Jano delante nuestro como si nos saludara desde las alturas. Desde abajo se pueden intuir las formas del embalse de Mediajo, construido de forma totalmente artificial en la montaña. Durante la noche, se sube agua del Pantano del Alsa al Mediajo aprovechando que es más barata la electricidad, mientras que por el día lo devuelven abajo produciendo electricidad.
A partir de ahí, es todo bajada, atravesando un hayedo por el que discurre un pequeño río, que en el momento de la ruta, llevaba bien de agua gracias al deshielo.
Y cuando más ensimismado te encuentras admirando los enormes árboles que te rodean, aparecen las grandes llanuras que bordean al Pantano del Ebro para sacarte del trance en el que te encontrabas.
Para terminar, tan solo hay que seguir el camino que nos lleva de nuevo a Lanchares.
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