Hoy toca turismo cultural
¡Ya estoy de vuelta por aquí!
Hablo de desconocida porque es de esas partes de Cantabria que, aunque sabemos que está ahí, no vamos porque pensamos que si no hay mar o grandes montañas no merece la pena ir... pues no, y os lo voy a demostrar.
Para empezar, subimos por el Puerto del Escudo, donde hacemos una pequeña parada en la Pirámide a los italianos. Es un monumento fascista en honor a los soldados enviados por Mussolini durante la Guerra Civil y que perdieron la vida a manos de tropas republicanas durante el asalto a la montaña. Dentro residían los cuerpos de más de 360 soldados, trasladados a Zaragoza tras una serie de extraños incidentes ocurridos por allí, ya os hablaré de ellos en otro post. Al intentar entrar al ruinoso mausoleo, nos invade una extraña sensación de abandono y claustrofobia que nos quita las ganas de continuar más adentro.
Así que con las mismas nos volvemos al coche y continuamos nuestro camino hacia el Tobazo.
El Tobazo está situado a las afueras de un pequeño pueblo llamado Villaescusa de Ebro. Después de aparcar al lado del río, tenemos que andar durante 1 kilómetro aproximadamente hasta llegar a un pequeño terraplén. Desde ahí ya podemos observar una majestuosa elevación por la que caen, como nacidas de la nada, pequeñas cascadas que nos deleitan la vista a cada segundo que pasamos observándolas.
Ascendemos un poco por el curso del río, donde hay un caminuco hecho a base de turistas como nosotros, que se sienten intrigados por el nacimiento de estas cascadas.
Al volver al coche, nos topamos con un pequeño lagarto verde que estaba tomando el sol y que posó paciente para nosotros. Gracias!
La primera vez que estuve en esta iglesia, me dejó asombrado por lo bien cuidada que estaba. La cuidaba un hombre mayor orgulloso de tener algo tan bonito a su cargo, que te enseñaba cada rincón con un entusiasmo digno de admirar y con el césped más perfecto que yo haya visto jamás. Por desgracia, las cosas han cambiado y ahora no se enseña el precioso claustro, no se cuida el jardín y tampoco se hacen visitas. Esperemos que esto cambie.
Esta ruta continuó con un almuerzo en Polientes y una ascensión al Monte Bigüenzo (1287 mts.), pero eso será en el siguiente post, ¡creo que por hoy está bien!.
Un saludo y gracias por estar ahí!
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