viernes, 24 de junio de 2016

La ruta de la Reconquista en Asturias


Y lo demás, tierra conquistada


Como buenos vecinos, Asturies tiene todo lo que podríamos pedir: Buena gente, buena comida, mar y montaña. Mucha montaña.


   Y eso es lo que fuimos a disfrutar Nando y yo hace unos cuantos días a Picos de Europa, la Ruta de la Reconquista.

   Se dice que este camino es el que utilizaron los moros para salir huyendo de los cristianos, allá por el 722 d.C.

   Los Lagos de Covadonga, El Cares, Pandébano y los Puertos de Áliva son los puntos más importantesque atravesaron camino de Cosgaya, donde se cuenta que la providencia quiso que se desmoronara parte del Monte Subiedes, arrojando al Río Deva a 63.000 guerreros musulmanes.

   Al ver el terreno por el que tuvieron que salir pitando, yo creo que aquí es uno de esos momentos en el que historia y ficción se fusionan para que nazca la leyenda.

   Comenzamos nuestro paseo desde el pueblo de Poncebos, cerca de donde empieza la Ruta del Cares. En sí, nosotros no hicimos el camino largo, si no que fuimos hasta el Mirador del Picu Urriellu, en el pequeño pueblo de Bulnes. 

Camarmeña, entre montañas

Es un territorio rodeado por empinados riscos, gargantas estrechas y laderas tan pindias que un paso en falso significa caer 30 metros al vacío, lo cual añade un punto de belleza y adrenalina a la ruta.


   Durante todo el recorrido vamos siguiendo el cauce del Río Tejo, atravesando numerosos puentes. No es muy recomendable hacerla con lluvia, os podríais resbalar.

   La subida se hace en zig zag, por un camino irregular desde el que vemos a los buitres sobrevolando nuestras cabezas. Los rayos de luz apenas nos rozan, pero aportan unos tonos cálidos al frío paisaje que nos rodea.

En esta zona la fauna es abundante: venados, corzos, jabalíes.. te puedes encontrar con alguno de ellos en cualquier momento. 



   Acabamos de subir y llaneamos un rato adentrándonos en una garganta de moles rocosas que nos acechan con un silencio inquietante. Los rayos de luz apenas nos rozan, pero aportan unos tonos cálidos al frío paisaje que nos rodea.

   Al salir de la garganta, dejamos a mano izquierda el funicular de Bulnes y continuamos hacia arriba, mientras que en la derecha, unos buitres se dan un festín gracias al comedero que tienen preparado en la montaña.

Pueblo de Bulnes
   Llegamos al pueblo y contemplamos la belleza que nos rodea, unas pequeñas aldeas de montaña bañadas y divididas por un pequeño riachuelo de aguas frescas y claras. Dejando atrás esta visión, nos desviamos hacia el mirador del Picu Urriellu (Naranjo de Bulnes) por el camino que tenemos a mano izquierda. y tras 5 minutos llegamos. Desde el mirador, magnífica panorámica de la montaña más emblemática de los Picos de Europa. 

   Para bajar nosotros escogimos un recorrido más rápido pero a la vez más peligroso, con zonas en las que un tropezón puede hacerte caer al vacío, por lo que sería mejor no ir con prisas ni llevar niños por allí. 

   No me quedaría la conciencia tranquila si no os recomiendo tomar una cerveza fresquita en una terracita del pueblo de Bulnes, ¡acompañada por unas croquetas de cabrales de la leche!. 

Sotres

A pesar de ser breve, disfrutamos de una infinidad de paisajes espectaculares y una gran variedad de especies animales.

   Para completar el día, os recomiendo ir con el coche hasta Tresviso. Tendréis que atravesar el pueblo de Sotres, aun en territorio Astur. Cruzaremos bosques verdes, puentes y túneles centenarios, montañas escarpadas... 

Ademas, en Tresviso, podéis comprar un queso picón inmejorable en el bar del pueblo... ¡Algún gustazo habrá que darse!

¡Gracias y hasta la próxima!

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