martes, 5 de enero de 2016

Ruta desde Palombera hasta el Cueto Cordel


¡¡Muy buenas!!


   En esta primera entrada, voy a contaros como fue la última ruta del año. Ruta algo complicada por la distancia y el desnivel acumulado, aunque también influyó el clima adverso que nos encontramos (Fuertes vientos, niebla, lluvia al final...). 


   La hicimos el pasado 30 de diciembre, después de la fatídica semana de incendios forestales que asoló nuestra región.




   Empezamos el día madrugando un poco, (quedamos a las 8.00 y sobre las 10.00 la comenzamos) ya que estando en invierno para las 5 y media ya es prácticamente de noche. Para llegar al punto de comienzo de la ruta, subimos por la A-67 hasta Reinosa y seguimos hasta Fontibre, a la altura de Espinilla giramos hacia la derecha en dirección Soto (CA-280). Lo atravesamos y tras 2 kilómetros más o menos, hay un pequeño aparcamiento que está hecho con gravilla a mano izquierda, donde dejamos el coche. 


Vista del Pico Iján, a la izquierda tapado por la niebla el Pico Cordel.

   Tras prepararnos para el frío, dejamos el coche y comenzamos la ruta. La empezamos por una pista forestal que va en bajada y a los 2 km nos desviamos para atajar por los pastos, que en esta época a pesar de no haber llovido, estaban inundados de riachuelos y arroyos. 

   No es necesario seguir nuestro camino en este momento, ya que fuimos un poco esquivando las árgumas que teníamos enfrente sin un rumbo fijo. Cuando ya vislumbrábamos el pequeño cueto que teníamos que subir para continuar nuestro camino, vimos por la ladera una pequeña manada de venados, que a pesar de estar a bastante distancia nuestra, corrían con ganas. 

   Tras ascender el Cueto de la Orbaneja, pudimos divisar los efectos que habían dejado en las brañas los incendios forestales de los que os hablaba antes:



¡La prueba de que lo conseguimos!
   Continuamos poco a poco por este cueto hasta llegar al Collado de Rumacero. Antes de descender, tuvimos que elegir entre 3 picos, Cueto Ropero que quedaba a nuestra izquierda y era nuestro primer objetivo, Cueto Cordel más a la derecha y el Cueto Iján que es el siguiente al Cordel. Como en el Cueto Ropero estaba muy metida la niebla nos decantamos por el siguiente a nuestra derecha, el Cordel. Poco a poco y aguantando el duro viento como podíamos, conseguimos hacer cumbre, aunque debido a las condiciones no pudimos hacernos las fotos de rigor... (cómo estaría el tema).


En el pequeño valle del medio es donde estaba el refugio y los ciervos

   Así que con las mismas bajamos por donde habíamos subido, desviándonos hacia la izquierda, con la vista puesta en un refugio que quedaba en el valle para poder comer. De la que bajábamos, un compañero que iba adelantado nos empezó a hacer señales, nuestra sorpresa fue cuando al acercarnos vimos una manada de 30 ciervos que teníamos a 20 metros, y ni ellos ni nosotros nos habíamos visto. Lástima que no me diera tiempo a sacarles una foto... 

   Total, que llegamos al refugio a para comer y con las mismas seguir, que se nos hacía de noche. Continuamos por el camino forestal viendo a nuestra izquierda grandes abedules, característicos por su blanco tronco y por formas extrañas que parecen sacados de películas de terror. 


Alberto, compañero de rutas
    Dejamos a nuestra derecha otro pequeño  refugio bien conservado hasta llegar a una  desviación en el camino, al lado de un cerco  para ganado, y giramos hacia la derecha, ya  que había empezado a llover y cada vez se  ponía el clima peor. El propio camino nos  lleva a la cumbre del Cueto de la Orbaneja,  que habíamos pasado antes y  descendemos campo a través hasta la pista  forestal, para llegar poco a poco al coche. 


   En definitiva, una ruta bonita, pero para hacer con un tiempo mejor, ya que no pudimos apreciar las vistas desde el Cordel. 

   Recomendable 100%

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